julio 26, 2024

Situación de incertidumbre y de vacío sobre la cadena de sucesión constitucional.

La dimisión de Evo Morales, después de tres semanas de protestas contra su reelección y tras perder el apoyo de las fuerzas armadas, deja un vacío de poder en Bolivia, donde no se sabe quién tiene en este momento las riendas del país.

La Constitución establece que la sucesión recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales.

La dimisión del vicepresidente Álvaro García, de la presidenta y el vicepresidente del Senado, Adriana Salvatierra y Rubén Medinacelli, y del titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, crearon por tanto una situación de incertidumbre y de vacío sobre la cadena de sucesión constitucional.

En ese contexto, la segunda vicepresidenta del Senado, la opositora Jeanine Añez, reivindicó su derecho a asumir la presidencia de Bolivia.

«Ocupo la segunda vicepresidencia y en el orden constitucional me correspondería asumir este reto con el único objetivo de llamar a nuevas elecciones», afirmó Añez, entrevistada por la televisora privada Unitel.

Morales dimitió de la presidencia el domingo, presionado por militares, policías y por la oposición, que le exigieron dejar el puesto que ocupaba desde 2006 con el fin de pacificar el país.

«Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales», dijo por la televisión desde Cochabamba (centro), mencionando a los líderes opositores que le acusaron de fraude electoral en los comicios del 20 de octubre.

Su salida del poder provocó explosiones de júbilo pero también violencia en La Paz y otros puntos del país.

Morales denunció que había una orden de arresto «ilegal» contra él, una afirmación desmentida poco después por el jefe de la Policía, el general Yuri Vladimir Calderón.

Fuente: La Nación.

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