Mientras Marito construía su mansión, la gente hacía polladas y rogaba medicamentos
El 2021 se caracterizó por la desastrosa y criminal gestión sanitaria en nuestro país. Miles de familias quedaron enlutadas tras el duro impacto de la pandemia del Covid-19. Hoy muchas siguen lamentando la falta de respuestas de las autoridades cuando la situación fue la más crítica.
“Vivimos momentos difíciles con mi hijo que falleció, que no pensamos que se iba a ir tan rápido así. Debimos en todas partes para conseguir los medicamentos”, indicó Lina Marecos, madre de un joven que fue víctima del Covid-19.
La mujer dijo que mientras muchas familias pasaron momentos sumamente difíciles, las autoridades se lucieron por su ineptitud e inoperancia, al no poder responder los pedidos de la ciudadanía. En su caso, gastaba entre 5 y 8 millones de guaraníes por día para poder solventar la compra de medicamentos. Para conseguir el dinero debía hacer millonarios préstamos y también polladas con sus vecinos.
“Juan Pueblo puede morir, pero los magnates, los bandidos de siempre, esos no van a morir, ellos siguen robando al país”, dijo sumamente afectada Marta Marecos, hermana del fallecido por Covid-19. “Fue muy desesperante, muchos no tenían el dinero para comprar medicamentos y veíamos cómo la gente salía en bolsas. Así moría nuestro pueblo”, agregó.
En medio de las restricciones adoptadas por el Gobierno, con la promesa de fortalecer los centros hospitalarios para atender a los pacientes (situación que finalmente no se cumplió), se generó un verdadero problema en cuanto a lo económico, ya que muchas personas ya no podían salir de sus casas para conseguir el pan de cada día.
Es así que se generaron las ollas populares, una medida solidaria generada por la propia ciudadanía, sin la ayuda del Estado. Recién tras mucha presión, las autoridades se dignaron a apoyar estas ayudas ciudadanas.
Kimberly Samaniego, de la articulación de ollas populares, recordó que la iniciativa surgió ante la crisis de ese momento y destacó la solidaridad de las personas que donaban los insumos. “Cuando pasó el tiempo, pararon las donaciones y entonces tuvimos que ver con el Gobierno otra medida de ayuda para seguir con las ollas populares”, sostuvo.
La voluntaria recordó que se vieron obligados a hacer manifestaciones para exigir la ayuda del Estado. Y si bien llegó esa ayuda estatal, esta era en poca cantidad y con insumos de baja calidad. Solo hasta agosto del año pasado, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) proveyó los kits.
Kimberly sostiene que es necesario continuar con las ollas populares, atendiendo a que muchas familias aún no se recuperaron del todo y necesitan ser asistidas.
Mientras todo esto ocurría con la ciudadanía, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se dedicó a destinar casi 3 millones de dólares –sin contar con el mobiliario- a un proyecto personal: el de replicar en Lambaré el lujoso rancho ‘Neverland’ del rey del pop Michael Jackson.
Una de las casas de la propiedad conocida como la Quinta Bo, ubicada sobre la avenida Félix Bogado de Asunción, perteneciente a la familia de la Primera Dama, donde vivía anteriormente el presidente de la República con su familia antes de llegar al poder, fue refaccionada en plena pandemia y demandó una inversión de casi 3 millones de dólares, según datos arrojados por arquitectos consultados por La Caja Negra, a partir de fotografías de lo que anteriormente era la residencia y de cómo quedó en la actualidad.
Para ello no tuvo mejor momento que hacerlo en plena pandemia del Covid-19. Según imágenes satelitales a las cuales accedió La Caja Negra, se observa que las nuevas mejoras iniciaron entre octubre y noviembre del 2019, cuando Marito llevaba un año en el poder. Luego las labores se intensificaron pese a la llegada del coronavirus al Paraguay. En los sucesivos meses la edificación avanzó a toda marcha, culminando la obra en marzo del año pasado.
Al hacer el desglose de la edificación, se observa que se ejecutaron obras nuevas con un costo aproximado que estaría en torno a los 900 dólares el metro cuadrado, y reformas que tendrían un estimativo de 600 dólares por metro cuadrado, de acuerdo a consultas hechas a expertos en el área de la construcción.
Es así que la reforma de la casa que ya estaba instalada en ese lugar habría tenido un costo aproximado de casi un millón y medio dólares, la casa adicional más pequeña costaría unos 241.872 dólares, las obras en el acceso principal, hall y sala doble de altura habrían demandado la suma de 335.808 dólares, un nuevo mirador habría sido instalado por unos 111.168 dólares y el reacondicionamiento total de la piscina habría costado 58.800 dólares. Sumando todas las mejoras hechas, se obtiene la suma de 2.213.496 dólares.
Fuente: Diario Hoy